Hay un proceso de concentración del control de diversos recursos naturales, por corporaciones y grandes inversionistas nacionales y extranjeros. Este proceso está muy ligado a la apertura de la economía y a la globalización.
En lo que concierne a la concentración del control de las tierras agrícolas, tiene importantes consecuencias: (a) con frecuencia implica la violación de derechos de comunidades campesinas y nativas sobre los recursos que poseen; (b) profundiza la inequidad en la distribución de las tierras, creando condiciones propicias al conflictos social; (c) representan una amenaza potencial a la seguridad alimentaria, pues se dedican a cultivos para la exportación; (d) contribuye a la minifundización, dado que las nuevas tierras ganadas para la agricultura gracias a obras de irrigación se destinan a la gran propiedad en un contexto de creciente presión demográfica sobre las tierras; (e) sostiene una agricultura poco sostenible, pues hace uso intenso de energía fósil y, en algunos lugares, genera stress hídrico; (f) generaliza el monocultivo; (g) contribuye a la concentración del poder político local en los territorios bajo su influencia.
¿Qué hacemos?
El Observatorio “Tierras y Derechos” forma parte de un proyecto más amplio, que consiste en hacer un seguimiento vigilante de los derechos sobre la tierra de los pequeños agricultores peruanos, particularmente de las comunidades campesinas y pueblos amazónicos, y diseñar y ejecutar acciones de incidencia orientadas al respeto a dichos derechos y a denunciar cuando son violados.