Fernando Eguren

¿Cómo va el empleo rural?

Por Fernando Eguren

El sector productivo que da más empleo en el Perú es la agricultura (que incluye la producción pecuaria y la forestal): el 27.4 %. Contrasta con otros sectores productivos, sobre todo con el minero, que da empleo al 1.1 % de la PEA. Sobre la base de este criterio, sin duda el país es mucho más agrario que minero.

En los países desarrollados, aún en aquellos en donde la agricultura ocupa un lugar destacado en sus economías, la PEA agrícola es mucho menor, debido a la elevada inversión por unidad de superficie, a la consecuente alta productividad del factor trabajo, y a mercados laborales más abiertos y diversificados. Así, la PEA agrícola en España es el 4.1% del total de la PEA nacional; en Francia, el 2.4%; en los Estados Unidos, el 1.3%. 

El peso de la PEA agrícola en el Perú es también más alto que el promedio de los países de América Latina (13.7 %). Como se aprecia en el cuadro a continuación, en América del Sur solo Ecuador y Bolivia tienen una PEA agrícola más significativa. 

Cuadro 1. PEA agrícola como % del total

Año 2019

PaísPorcentaje
Bolivia30.7
Ecuador29.2
Perú27.4
Paraguay20.1
Guyana17.1
Colombia16.6
Brasil9.2
Chile9.0
Venezuela8.3
Uruguay8.1
Argentina0.1
Fuente: Banco Mundial. https://bit.ly/3hlg5Mp

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¿Qué ha ocurrido con el empleo rural en estos meses de pandemia?

La principal actividad de la PEA rural es la agropecuaria, aunque no la única, como se verá más adelante.

Foto: Agencia Andina

A partir de información reciente difundida por el INEI sobre el trimestre abril – junio1, Ñopo y Pajita2 confirman que el empleo en las zonas rurales ha disminuido, pero en un grado menor que en las ciudades. Mientras que la PEA ocupada de Lima Metropolitana se redujo en el 57% y las demás ciudades en el 42%, respecto al mismo trimestre del 2019, en las zonas rurales lo hizo solo en un 6%. Y lo sorprendente es que, como lo subrayan los autores, el empleo juvenil rural no solo no se contrajo sino que aumentó en un 18%. ¿Cuál fue la razón? Por la masiva presencia de los retornantes que, con motivo de los impactos de la pandemia sobre la salud y el empleo, abandonaron las ciudades, particularmente Lima, para dirigirse hacia sus comunidades de origen.

Otra importante constatación mostrada en el estudio mencionado es que el número de empleadores, de asalariados y de trabajadoras del hogar en las áreas rurales se redujo drásticamente, pero ello fue parcialmente compensado por un incremento, en un 43 %, de los trabajadores no remunerados, que incluye no solamente a los retornantes sino a un apreciable número de trabajadores rurales que recibían remuneraciones pero que las perdieron, pasando a la categoría de no remunerados. La necesidad los lleva a cambiar su fuerza de trabajo por alimentos y, si acaso, por un techo para protegerse del frío, a lo que los autores llaman un empleo de subsistencia. 

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PEA rural, PEA urbana y PEA agropecuaria

Las constataciones de Ñopo y Pajita están referidas a la PEA rural, no específicamente a la PEA agropecuaria. La actividad principal de la PEA rural es la agropecuaria, pero no la única. A ésta se dedica el 69 %, y el resto, un significativo 31 %, a actividades no agropecuarias3. Pero también hay una parte importante de la PEA agropecuaria que no forma parte de la PEA rural: el 37 % reside en las áreas urbanas. 

Queda pendiente, entonces, analizar cuál ha sido el comportamiento de la PEA propiamente agropecuaria en estos meses de pandemia. 

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¿Cómo ha evolucionado el empleo en los agronegocios? 

En el subsector de la agroexportación “no tradicional” el empleo habría crecido moderadamente. La revisión de la planilla electrónica del Ministerio de Trabajo lo confirma. Más del 80% de los trabajadores formales del sector agropecuario laboran en empresas con más de 100 trabajadores. La diferencia entre aquellos que salieron del empleo (básicamente por la estacionalidad del proceso productivo) y los que entraron fue positiva en el semestre marzo-agosto: 86 mil, número mayor incluso que en el mismo período de los dos años anteriores (ver gráfico 1). A ello contribuyó el hecho de que el ritmo de las exportaciones agrarias no tradicionales se ha mantenido relativamente estable en los meses de pandemia, con el aporte de algunos productos muy dinámicos, como el arándano, que es intensivo en mano de obra.

Fuente: Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (2020). Seguimiento al empleo: Tablero de control de seguimiento del empleo en el sector formal privado al 30 de agostohttps://bit.ly/3hlaDJn

Debido al colapso del empleo urbano causado por la pandemia y a las medidas políticas adoptadas para combatirlo, el peso de la PEA rural –que, como hemos visto, mayormente labora en actividades agrarias- respecto de la PEA nacional pasó del 22.0 %, en el trimestre diciembre 2019-febrero 2020, al 31.6% en el trimestre abril-junio 2020 (gráfico 2). 

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Gráfico 2. Cambios del porcentaje de PEA rural y PEA urbana

Puede afirmarse que las actividades económicas rurales están contribuyendo a moderar en algo la gravísima crisis económica del país.


[1] INEI (agosto 2020). Comportamiento de los indicadores de mercado laboral a nivel nacional. Trimestre: abril-mayo-junio 2020. Año móvil: julio 019-junio 2020. Informe técnico N° 3. https://bit.ly/35xlYnt

[2] Ñopo, Hugo y Daniel Pajita (28 de agosto 2020), Pandemia y empleo ruralhttps://bit.ly/3huLJHz

[3] Según el censo demográfico realizado el año 2017. https://bit.ly/2GY1j1F

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