Actualidad Mirada rural Regional

Cusco – CEDEP-AYLLU: ¿Qué desafíos enfrentan los agricultores familiares que el Estado debe tomar en cuenta?

Más de la mitad de la población, no tiene acceso regular a alimentos suficientes, seguros y nutritivos. Entonces ¿Hay crisis alimentaria en el Perú?  ¿Cuáles son las causas?

Según la FAO Actualmente, unos 16,6 millones de personas, más de la mitad de la población, no tiene acceso regular a alimentos suficientes, seguros y nutritivos en Perú, pese a que el Banco Mundial clasifica a nuestro país como una economía de ingresos medios altos que puede producir todos los alimentos que necesita, este mismo organismo en un estudio del 2021 mostró que el 51% de la población vive en situación de inseguridad alimentaria y que el 20% de ese grupo sufre inseguridad alimentaria aguda.

Trabajamos con poblaciones rurales desde hace cuarenta años, evidencia que en estos últimos años las personas han reducido la calidad de su dieta por varias razones y una de ellas es que los productos con mayores capacidades nutritivas no son tan solicitados y fueron cambiados por productos que el mercado oferta que en su mayoría son productos industrializados, la misma que es por presión de la demanda genera cambios en su cédula  de cultivos que están mas orientadas  al mercado que a la seguridad alimentaria de las familias.

Los efectos del cambio climático (granizadas, heladas, sequías prolongadas, presencia de plagas y enfermedades y otros) que genera la pérdida de especies cultivares nativos, ocasionando la erosión genética de semillas y cultivos importantes en la alimentación de la familia.

Otra de las causas es la limitada producción de semillas de diferentes cultivos y las que tienen los campesinos están en proceso de degeneración y necesitan una renovación como parte del proceso de mejora para una adecuada producción y con ausencia de políticas para la producción de semillas de calidad.

¿Este panorama de crisis alimentaria se agudizará con la llegada del Niño Global pronosticado para el mes de diciembre 2023 y enero de 2024?

De acuerdo a la defensoría del productor agrario, asociación civil integrada por productores, dirigentes y profesionales agrarios con presencia en todo el país, ha revelado que, a nivel a nacional, la posible ocurrencia del Niño global podrían causarles pérdidas económicas por hasta S/ 11.903 millones de soles.

Desde los contextos en las que laboramos uno de los fenómenos preocupantes que también se acreciente en estos últimos años es el estrés hídrico que ya se evidencia en la escasez de agua tanto para consumo humano, agricultura y animales.

Este panorama hace que se aproxime una mayor inseguridad alimentaria principalmente a las familias que cuentan con menos tierras bajo riego y más tierras en áreas de secano dependientes de las precipitaciones pluviales que en el caso de Cusco llegan a un 70%

Mientras en la costa se presentaron lluvias de moderada a extrema intensidad, en la sierra sur la falta de lluvias ha ocasionado que el sector agrario disminuye la producción de alimentos. ¿En cuanto al rendimiento de la producción en los cultivos del Valle Sagrado en cuanto disminuyó aproximadamente?

En el Sur, la disminución de la producción de alimentos principales papa y maíz (calidad y cantidad) por falta de lluvias es en un 30 a 40%, lo cual preocupa de sobremanera y en ésta campaña agrícola irá en aumento la disminución.

El exceso de los rayos solares afecta la calidad del suelo y por consiguiente la calidad de calidad de la producción.

Cedep Ayllu trabaja en varios distritos, directamente con los agricultores. ¿Podría mencionar alguna de sus experiencias?

Las comunidades campesinas se están organizando para tener iniciativas en la ejecución de prácticas de afianzamiento hídrico, recuperando los conocimientos ancestrales, tales como: la construcción de diques rusticas para incrementar el almacenamiento de agua de lluvias que nos permitirá que las qochas rústicas tengan mayor almacenamiento de agua de lluvias en las principales cabeceras de cuenca, la reforestación con plantas nativas, la recuperación de pastos naturales como el ichu, la construcción de zanjas de infiltración entre otros.

Se está haciendo un trabajo de reintroducción de semillas nativas principalmente de tubérculos y granos andinos.

Espacios de formación frente a todos los problemas que se presentan (fortalecimiento de la organización comunal, convenio 169, autodeterminación y derechos colectivos)

Incidencia en espacios de decisión para una mayor exigencia a sus gobiernos.

También trabajamos con el enfoque agroecológico.

Los agricultores sin importar su condición son los más afectados. ¿Se debería apoyar a la agricultura familiar? En el caso del Cusco ¿Cómo?

La agricultura familiar es uno de los pilares de la seguridad alimentaria por ello debe ser prioritario el soporte desde el estado. ya que de manera histórica sostienen la economía peruana, ya que la agricultura familiar provee el 70% de los alimentos y es la base de la seguridad alimentaria de la población peruana. Las que están dedicadas a la agricultura familiar son hermanos y hermanos de las comunidades campesinas con una profunda conexión y arraigo con la tierra y sus tradiciones y cuidado de la casa común y juegan un papel vital en la preservación de nuestra cultura alimentaria y la biodiversidad agrícola y semillas.

Por otro lado, la agricultura familiar representa una fuerza impulsora para el desarrollo rural sostenible así mismo desde esta labor heroica e incansable de los hombres y mujeres del campo y su capacidad para adaptarse a las condiciones locales son claves para mantener el equilibrio ecológico y el uso sostenible de los recursos naturales.

En este punto podemos precisar que aún hay muchas brechas y desafíos que enfrentan como es el caso de acceso a tecnologías acorde a los tiempos, los pocos canales que brinda el estado para la comercialización de sus productos y estrategias apropiadas para enfrentar las diferentes variaciones climáticas que de manera permanente amenazan su producción  y, en ocasiones, ponen en riesgo la subsistencia en condiciones tan adversas, por lo tanto nosotros que estamos en el día a día con ellos y ellas es  ineludible reconocer el valor inmenso de los cuidadores de vida y las semillas, por lo tanto urge  brindarles un apoyo efectivo y sostenible tanto desde el estado como también de toda la sociedad civil comprando sus productos, por lo tanto toca unir esfuerzos para fortalecer este pilar vital de nuestra sociedad que permita garantizar un futuro floreciente y equitativo para las generaciones venideras, preservando nuestras tradiciones y cuidando nuestra tierra.

A pesar de la gravedad del problema, las autoridades nacionales y locales no tienen planes para afrontar un período de sequía. ¿Porque no nos hemos preparado para enfrentar estos eventos extremos, pese a que se repiten y serán probablemente más frecuentes e intensos en el futuro?

Desde las Comunidades campesinas históricamente han resistido frente a la indiferencia del estado y también a las inclemencias climatológicas, tenemos un estado precario que no tiene planes de contingencia frente a todos los efectos climáticos.

En las últimas décadas el escenario político y social del país ha mantenido vivos los procesos de resistencia y protección ambiental de los territorios y ecosistemas gracias a las organizaciones vivas en estos espacios geográficos.  Sin embargo, estas luchas no tienen eco en las grandes capitales y se percibe una fragmentación que mantienen estas voces y demandas acalladas y perpetúa el accionar del estado de manera inconsistente y violenta. Frente a la inoperancia de un estado que sigue a un “modelo” de administración que va en contra de todo bien común y sobre todo haciendo una defensa férrea y actuando en paralelo con los grupos de poder económico y por las autoridades, se traduce en una constante presión para abandonar la protección de la casa común e impidiendo tener políticas claras para enfrentar los futuros riesgos  y esta inoperancia  afecta los territorios colectivos de los pueblos originarios y desgastando la conservación social y ambiental requeridas para nuestra país.

Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva, señaló “Es un año muy malo para la agricultura, el peor en los últimos 26 años y puede ser incluso peor” ¿Cree usted que estamos en el peor escenario?

Consideramos que, si porque en un corto tiempo se han sumado múltiples crisis como la pandemia, la crisis social y política que descapitalizo a las familias campesinas por lo cual necesitan un apoyo para la reactivación de esa economía campesina.

En este panorama ¿Es importante la Campaña Crisis Alimentaria y Desastres: el peor escenario, que busca informar y alertar a la población y a las autoridades de esta dramática situación? ¿Apoya la Campaña?

Sí. Siempre hemos apoyado iniciativas como estas para poder visibilizar todas estas afectaciones.


Este contenido es parte de la campaña #ElPeorEscenario, campaña de CEPES que busca se incluya en la agenda pública y ciudadana la necesidad de contar con una estrategia EFICIENTE para afrontar el agravamiento de la #CrisisAgroalimentaria como resultado de la ocurrencia de #ElNiñoGlobal y de los efectos del #CambioClimático.

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