Autores Laureano del Castillo Prensa

Hasta el 60% de la campaña agrícola se habría perdido por sequías: crisis alimentaria crece

Contenido publicado originalmente por La República

La campaña agrícola más grande se realiza en el segundo semestre del año y abastece a los mercados hasta los cuatro primeros meses del próximo año, y es precisamente esta campaña la que está siendo perjudicada por la actual ausencia de lluvias, manifiesta Gabriel Amaro, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP). Además, añade que “esta ya se afectó por la falta de fertilizantes que el Gobierno hasta ahora no compra”.“La afectación por falta de lluvias se está dando sobre la pequeña agricultura que atiende a los mercados locales con productos básicos como papa, cebolla, zanahoria, pero también en la agricultura pequeña, mediana y grande que dependen de los reservorios y que no tienen agua suficiente”, detalla Amaro.

En tal sentido, el representante del gremio agrícola señala que, como resultado de esta reducción en la producción, empezará a observarse una disminución en el volumen de estos alimentos en los mercados “y evidentemente un mayor precio”. “El efecto en la reducción de esta producción lo vamos a ver a partir de este mes”, comenta. El impacto también se sentiría en Lima, cuyas “áreas productivas están alrededor”, en zonas como el norte chico, Cañete e Ica; y además su abastecimiento también depende de la sierra y valles, del centro, sur y norte, sostiene Amaro. Lo mismo afirma Laureano del Castillo, director ejecutivo del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), quien destaca que la actual situación tendrá un “efecto bastante grave” en la seguridad alimentaria del país.

“Aquellos que sembraron esperando la lluvia la van a perder, los que esperan la lluvia para sembrar tampoco lo podrán hacer. El resultado será una menor producción, por lo tanto una menor oferta alimentaria, y eso es sumamente grave en un país que ya tiene problemas de seguridad alimentaria”, indica.

A su criterio, la actual sequía también ha elevado la mortandad de animales como camélidos sudamericanos que son la base de la economía de muchísimas familias altoandinas. “También vamos a tener menor producción de vacunos y de ovejas. Todo eso apunta a una reducción de la oferta de alimentos”, alerta.

Adicionalmente, Del Castillo anota que la escasez de lluvia puede ocasionar problemas en el suministro de agua a las ciudades, pues los reservorios que suministran del líquido elemento a los valles de la costa se abastecen en la época de lluvias. “Recordemos que el abastecimiento de Lima no solo depende de Rímac, sino de otras represas”, puntualiza.

Cultivos de quinua, papa y arroz son los más afectados

También ha disminuido la superficie sembrada del frijol grano seco en -16,0% y alcanzó las 6.519 hectáreas. Lo mismo ocurre con la siembra de cebolla que se ha reducido -7,8%.

Reacciones

Gabriel Amaro, director de AGAP

“La afectación por falta de lluvias se está dando sobre la pequeña agricultura que atiende a los mercados locales con productos básicos, como papa, cebolla, zanahoria, pero también en la agricultura pequeña, mediana y grande”.

Laureano del Castillo, director del Cepes

“(…) Los que esperan la lluvia para sembrar tampoco lo pueden hacer. El resultado será una menor producción, por lo tanto una menor oferta alimentaria, y eso es sumamente grave en un país que ya tiene problemas de seguridad alimentaria”.

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