Por Beatriz Salazar*
El 2 de febrero pasado fue el Día Mundial de los Humedales, pero en el Perú no hay mucho que celebrar. Muchos humedales en nuestro país están desapareciendo rápidamente por las presiones de empresas urbanizadoras, invasiones, uso agrícola no apropiado, contaminación con aguas servidas, extracción de turba, y otras actividades que amenazan su integridad. Si no se detiene esta depredación, estaremos perdiendo una fuente importante de servicios ecosistémicos que contribuyen a mantener la calidad y cantidad de agua, a la fertilización de los suelos para la agricultura, control de la erosión e inundaciones, y tienen un rol fundamental en la adaptación y mitigación del cambio climático, por su potencial para retener cantidades importantes de carbono[1].
Algunos casos de humedales amenazados que ameritan mayor atención de las autoridades nacionales y de la opinión pública son:
- La depredación de los bofedales de Carampoma, en la provincia de Huarochirí, región Lima, debido a la extracción ilegal de champa para su venta en viveros o mercados urbanos como abono o tierra orgánica. La comunidad de Carampoma ha denunciado el problema, pero no ha habido respuesta de las autoridades. Adicionalmente, se registra la invasión a los terrenos comunales para extraer la tierra y vegetación de estos humedales[2].
- La amenaza a los humedales de Chincha y Quilcay en Lurín (Lima). Las organizaciones vecinales denuncian que la inmobiliaria Century City intenta construir en ese espacio el “Complejo Comercial Megacentro San Pedro”; incluso, ya drenó parte del humedal y ha arrojado desmonte[3]. Adicionalmente, la Municipalidad de Lurín promueve un cambio de zonificación en el distrito con el cual se permitirían construcciones en el área del humedal. Incluso, está intentando que este cambio se incorpore en la agenda de la Municipalidad de Lima Metropolitana[4].
- El riesgo de los humedales de Ventanilla. La Defensoría del Pueblo denunció que se ha producido un cambio de zonificación que permite actividades industriales y el funcionamiento del “Autocinema Perú” en áreas colindantes a los Humedales. Las zonas de amortiguamiento o de influencia no pertenecen al Área de Conservación Regional y, por lo tanto, no cuentan con protección legal. Las invasiones también constituyen una amenaza, las más antiguas llegaron en 1980, antes de la creación del ACR[5].
Un factor común es el cambio en la zonificación promovido por gobiernos locales que aprovechan que los humedales no cuentan con un marco regulador específico, así como las invasiones en el área de los humedales o sus zonas aledañas. Ante estos problemas consideramos importante que el Ministerio del Ambiente (MINAM) haya considerado esta problemática en el instrumento legal específico para humedales que está impulsando, el cual se pre-publicó en noviembre pasado y se espera sea aprobado en las próximas semanas.
En el proyecto de “Disposiciones generales para la gestión multisectorial y descentralizada de los Humedales”, el MINAM reconoce que la concurrencia de varias instituciones gubernamentales con competencias específicas distintas en la gestión de humedales, (principalmente aquellos localizados fuera de áreas protegidas) ha generado que la gobernanza y la gestión estén desarticuladas en los distintos niveles de gobierno, existiendo confusión de roles y funciones en algunos casos, lo cual obstaculiza la implementación de acciones de conservación y una respuesta eficaz estatal frente a intervenciones de terceros que afectan o amenacen estos ecosistemas.
La propuesta del MINAM busca “mejorar la gestión de los ecosistemas de humedales en el ámbito nacional, a través de la articulación entre las distintas instituciones gubernamentales con competencias específicas distintas en la gestión de los humedales, en los diferentes niveles de gobierno. También busca regular los alcances del Inventario Nacional de Humedales para contar con cifras oficiales sobre el número de estos ecosistemas en el país.
Este instrumento será obligatorio para todos los niveles de gobierno y personas naturales o jurídicas que realicen actividades en los humedales. Esperamos que cuente con el presupuesto y respaldo gubernamental necesario para implementarse efectivamente.
Por otro lado, resulta preocupante que desde el propio Estado se aprueben medidas que pueden alentar futuras invasiones en ecosistemas frágiles, como la Ley para Ampliar Plazos de Titulación de Terrenos Ocupados por Posesiones Informales, Ley 31056[6].
Los peruanos no debemos continuar disparándonos a los pies al socavar los ecosistemas que son la base de nuestra calidad de vida.
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Pueden revisar el documento de “”Disposiciones generales para la gestión multisectorial y descentralizada de los Humedales” del MINAM que fue pre-publicado en noviembre pasado en el siguiente enlace: https://www.gob.pe/…/normas-legales/1322770-219-2020-minam
* Coordinadora del Programa de Cambio Climático del CEPES
[1]https://www.sernanp.gob.pe/documents/10181/104923/0HUMEDALES+%284%29.pdf/fa45aa19-1670-401f-91f6-ac667eaaf513
[2] https://ojo-publico.com/1946/arrasar-la-tierra-el-trafico-de-humedales-en-sierra-de-lima
[3]https://www.facebook.com/InstitutoDeBiodiversidadYPaisajes/photos/a.712452562154029/3665037743562148/
[4] Conferencia Salvemos los Humedales de Quilcay y Lima Sur https://www.facebook.com/ComisionComunicacionesFALimaMetropolitana/videos/166811201636904/
[5] https://medialab.unmsm.edu.pe/humedales-de-ventanilla-una-lucha-por-sobrevivir/
[6] https://cepes.org.pe/2020/10/01/titulacion-de-posesiones-informales-el-camino-al-infierno-esta-empedrado-de-buenas-intenciones/