Según encuesta de IEP, el 90% de la población rural señalo que había tenido deterioro en su consumo de alimentos, esta cifra es incluso superior al deterioro en zonas urbanas.
En la siguiente entrevista, Eduardo Zegarra Méndez, economista, investigador principal en Grade, reflexiona sobre lo qué significa, y por qué se genera el alza de precios de los alimentos.
Plantea la creación de un Comité de Emergencia Alimentaria de alto nivel, para enfrentar la crisis alimentaria que se presenta desde hace algunos meses y que no recibe atención del actual Gobierno.
Por qué subieron los precios de los alimentos? Tiene que ver con los precios internacionales del trigo, el maíz, el aceite de soya, lácteos, que se han mantenido al alza en los últimos meses.
Efectivamente hay un incremento sustancial de precios de comodities agrícolas, esto ya se viene viendo en los últimos siete, ocho meses, no es algo de ahorita. Es muy fuerte el incremento sobre todo en aceites, en cereales, en lácteos, también en azúcar y esto se puede ver claramente en el índice de precios de alimentos de la FAO, que es un índice que hace un seguimiento a un conjunto de productos agrícolas básicos en los principales mercados del mundo.

¿Cuáles son los factores? Se menciona el incremento del dólar hasta la coyuntura electoral.
Hay varios factores, temas climáticos, el tema de que varios países han acumulado el stock de alimentos en previsión de la crisis del COVID-19 y también por cierta especulación por el aumento del petróleo ha llevado a aumentos en las áreas dedicadas a biocombustibles. Esos factores en cierta forma están explicando un aumento significativo.
¿Este incremento de precios de alimentos ocurrió antes?
Esta crisis de precios se parece a la del 2007-2008, una experiencia bastante complicada, una subida muy rápida y muy fuerte. Cuando hicimos un estudio en esa época del impacto que esto tuvo en nuestro país, fue realmente importante. Tuvimos impactos en precios de diversos alimentos, en aceites, en el precio del pollo, el precio de fideos, derivados del trigo, panes, y otros.
Esta situación afecta a toda la población, pero ¿Es cierto que, en mayor medida a la población más vulnerables, a los agricultores familiares y campesinos?
Sí, el impacto es diferenciado. Ya en el estudio que hicimos en el 2008, 2009 vimos que esto afecta de manera mucho más grave a los hogares pobres y vulnerables, tanto en el ámbito urbano como en el ámbito rural. El encarecimiento de estos alimentos genera que familias gasten el 40%, 50% de su presupuesto en alimentación.
Que acciones inmediatas debería implementar el Gobierno de emergencia?
Crear inmediatamente un Comité de Emergencia Alimentaria, es algo que se viene pidiendo hace bastante tiempo, y es que los hogares peruanos están muy golpeados por la crisis del COVID-19, y la crisis agraria del año 2020, y ahora se suma este problema de la disparada de los precios de los alimentos, entonces la situación es crítica y creo que va a ser un tema desafiante para el próximo gobierno.
Ya hay una iniciativa de la parlamentaria Mirtha Vásquez, que propone la creación del Comando Nacional de respuesta frente a la Emergencia Alimentaria ¿Es lo mismo?
Este es un proyecto que fue impulsado por la Red de Ollas Comunes de Lima, y otros actores de la Sociedad Civil. Este era un proyecto que estaba a punto de ser debatido la semana pasada en el Congreso y por los conflictos que hubo en torno al tema del Tribunal Constitucional, una mayoría parlamentaria decidió suspender la discusión y no debatir un proyecto tan importante, tan urgente. No resuelve los problemas, pero es un primer paso.
¿Quién lideraría el Comité de Emergencia Alimentaria que está proponiendo?
Tiene que tener nivel presidencial, es decir, el propio presidente tiene que involucrarse en un espacio así. Podría parecerse a la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción o la Comisión de Alto Nivel de Seguridad Ciudadana, tendría que tener un aval legal, y creo que tiene que encarar problemas inmediatos, entre ellos organizar un sistema de compras públicas de alimentos a la agricultura familiar, que es un tema crítico, eso permite por ejemplo mejorar el abastecimiento de alimentos hacia las ollas comunes, los comedores populares y los programas sociales y al mismo tiempo pagarle y darles mejores condiciones de ingreso a los productores de la agricultura familiar que también están empobrecidos.
¿Se refiere a la Ley de Compras Estatales a la Agricultura Familiar, y su reglamento, que obliga a los programas sociales comprar mínimo el 30% de la producción de los pequeños productores agrarios?
Pero la reglamentación no deja en claro que los programas grandes como Qali Warma va a iniciar ya un proceso de compras, todavía hay muchas trabas, tienden a comprarle mucho más a la industria procesadora que a la agricultura familiar, no han adaptado los sistemas administrativos y los parámetros a la realidad y las condiciones de la agricultura familiar, entonces es un proceso lento y largo, por eso la idea es que el Comité de Emergencia Alimentaria tenga facultades para acelerar estos procesos, para integrar, para hacer participar actores diversos y que eso pueda empezar a operar a la brevedad. Es un tema de emergencia.
Entonces urge la creación del Comité de Emergencia Alimentaria ¿Por qué estamos atravesando una crisis alimentaria?
Sí, sí, sí. Ya esto se ha advertido desde mayo o junio del año pasado que ha habido una crisis silenciosa al lado de la tremenda crisis sanitaria y económica estábamos también en una crisis alimentaria. El IEP hizo una encuesta dónde aparecieron resultados muy, muy graves. Por ejemplo, el 90% de la población rural señalaba que había tenido deterioro de su consumo de alimentos, incluso superior al deterioro en zonas urbanas que eso también es gravísimo. Entonces esta crisis ha estado ahí y no ha tenido, ni tiene hasta este momento una atención prioritaria de parte de los gobiernos que hemos tenido. Más en un contexto de profunda inestabilidad y desestabilización, el tema alimentario realmente está muy descuidado y debería ser de altísima prioridad del nuevo Gobierno.